La Unión Estatal de Federaciones y Asociaciones por la Custodia Compartida (UEFACC) felicita públicamente a todos los grupos que apoyaron ayer por la noche en el Congreso de los Diputados la moción que insta al Gobierno a presentar en seis meses una Ley Nacional de Custodia Compartida.
Para UEFACC, una buena manera de promover la conciliación, como pretende la iniciativa de Rosa Díez, consistiría en reformular hacia la mediación familiar la función de los equipos psicosociales adscritos a los juzgados de familia. Divorciarse no implica tener que cuestionarnos QUIÉN de los dos padres es el más idóneo para la crianza, sino de qué manera van a continuar ejerciendo la custodia compartida de los hijos. Las singularidades de cada familia pueden llevar a preguntarnos sobre CÓMO se van a continuar compartiendo las responsabilidades, sin que ninguno de los dos quede desposeído del derecho-deber de custodia.
UEFACC celebra también que desde esta moción el interés superior del menor se identifique con su derecho a relacionarse con ambos progenitores de modo regular, así como a la obligación que tienen éstos de ejercitar la corresponsabilidad parental. En esos mismos términos se han posicionado por el momento 351 ayuntamientos de toda España, que representan a 8.853.947 ciudadanos censados, a través de mociones impulsadas por UEFACC desde hace algunos meses.
No obstante, en los próximos seis meses de trabajo, además de velar para que se cumplan los plazos previstos, habrá que matizar y concretar las intenciones reflejadas en la moción en un articulado serio y consistente con su propia justificación, que aunque se parece bastante a la exposición de motivos de la ley de 2005, esta última quedó indecentemente castrada por las presiones del feminismo radical. En este sentido, nos preocupa el margen que la futura ley pueda dejar al juez para impedir el mantenimiento de la custodia compartida. La pérdida de la custodia para alguno de los progenitores debe estar sustentada en una constatación fehaciente y objetiva de que la convivencia del hijo con dicho progenitor resulta perjudicial para su desarrollo.
En resumen, además de eliminar la excepcionalidad con la que el Código Civil contempla actualmente la custodia compartida, es necesario que ésta se reconozca como un derecho fundamental de los hijos a continuar compartiendo su día a día con sus dos padres, así como un conjunto de obligaciones que éstos deben continuar ejerciendo.
Por último, UEFACC lamenta que algunos partidos que presumen de abanderar políticas progresistas y de igualdad, como el PSOE e IU, se opongan a esta iniciativa legislativa, bajo el artero argumento de que ellos la introdujeron en el sistema jurídico, cuando lo hicieron de un modo tan restrictivo que imposibilitaron su aplicación. Con la ley de 2005 se han producido en España más de un millón de rupturas, que han apartado a 1.300.000 niños del contacto cotidiano con su padre, datos de los que nadie debería presumir.