La mediación familiar es una vía constructiva para resolver conflictos familiares que se pueden dar en las transiciones difíciles de la vida, relacionadas con separaciones, divorcios, relaciones entre padres e hijos, cuestiones relacionadas con la atención a personas dependientes en el seno de la familia, cuestiones de herencias, etc. La mediación familiar tiene como finalidad que las partes en conflicto alcancen acuerdos equitativos, justos, estables y duraderos, contribuyendo así a evitar la apertura de procedimientos judiciales, o, en su caso, contribuir a la resolución de los ya iniciados.
En el caso de una separación de pareja la mediación tiene como objetivo ayudar a la pareja a negociar sus desacuerdos y poder resolverlos de manera pacífica; y los puntos a discutir comprenden -al menos- el denominado Convenio Regulador, que es el documento necesario para poder tramitar judicialmente la separación o divorcio de manera amistosa.
La mediación familiar posee una serie de características que le convierten en una alternativa sumamente ventajosa a la hora de afrontar una ruptura matrimonial o convivencial cuando se tienen hijos/as en común:
La mediación familiar es claramente beneficiosa para los hijos/as, ya que en ella se van a analizar los comportamientos y las actitudes que los padres deben tener a la hora de atenuar las consecuencias que la separación puede tener en el proceso adaptativo de los menores a la nueva situación familiar.
La mediación está enfocada en el equilibrio de las relaciones, dado que en ella se abordan y se negocian aquellos aspectos de la relación que parecen estar estancados, producen sufrimiento o que impiden pasar página.
Situaciones de ruptura entre parejas: separación, divorcio y nulidad. Reorganización de la familia como consecuencia de la situación la ruptura de la pareja.
Las cuestiones objeto de negociación se pueden agrupar en tres grandes áreas:
También se pueden abordar cualquier otra preocupación que como padre o madre tengan a la hora de afrontar su separación.
El intervalo medio de sesiones se encuentra comprendido entre las 6 y las 10, aunque dependerá de cada situación.
Entrevista inicial, dónde se recaban los datos necesarios para evaluar el estado inicial en el que se encuentra la situación familiar y/o el conflicto. En esta fase se informa a las partes sobre lo que consiste el proceso de mediación, así como todas aquellas cuestiones relacionadas con el proceso, honorarios, y demás.
En la fase siguiente denominada “negociación” se van a abordar cada uno de los temas objeto de búsqueda de acuerdos, con la finalidad de llegar a un punto de encuentro consensuado entre ambos.
Si al final de la negociación se llegan a acuerdos en todos los aspectos tratados, se redactará un documento que les servirá para tramitar su separación o divorcio judicial.
En los casos en los que la mediación no tenga que ver con un proceso de separación o divorcio, igualmente los acuerdos quedarán recogidos por escrito y serán firmados por las partes, mostrando así su compromiso.