Quince miembros de la Junta Directiva de la asociación de Padres de Familia Separados de Baleares se concentraron hoy en Palma ante los Juzgados de Familia de Sa Gerreria para protestar por el distanciamiento de sus hijos en Nochebuena, exigir el cumplimiento efectivo del régimen de visitas y una aplicación de la Ley del Divorcio "no discriminatoria ni sexista".
Durante el acto, el portavoz de la organización, Carlos Prieto, lamentó que "muchos padres no podrán ver a sus hijos ante la pasividad de sus Señorías". Para dejar patentes sus reivindicaciones, la asociación entregó simbólicamente un trozo de carbón a los jueces "por dejar a muchos niños ni disfrutar de la presencia de sus papás en esta noche tan entrañable", según manifestó Prieto.
Los componentes de la organización, que se presentaron vestidos de Papá Noel y desplegaron una pancarta que rezaba "Para que los hijos puedan jugar con papá... que no jueguen con ellos. Separación con o sin acuerdo, custodia compartida", reivindicaron también "igualdad" en la aplicación de la Ley del Divorcio. "El objetivo principal en la separación debe ser el bienestar del menor, que debe quedar a cargo del progenitor más capacitado con independencia de su sexo", agregó Prieto.
En este sentido, el delegado consideró "ilógico" e "increible" que en el 99 por ciento de los casos el niño quede en manos de la mujer, y criticó que los jueces consideren que "la mujer no sirve para trabajar, sólo para cuidar a los hijos", al tiempo que aseguró que hay hombres capaces de cuidar a sus hijos. Asimismo, añadió que "muchas mujeres tienen trabajos por turnos y dejan a sus hijos al cuidado de canguros en lugar de dejarlos a los padres".
"Un padre sigue siendo padre después del divorcio, porque nos separamos de nuestras mujeres, pero no de nuestros hijos", manifestó Prieto, quien lamentó que los jueces "se empeñen en mantener el papel de madre y ama de casa ajenos a la evolución social social de la mujer y a su incorporación al trabajo".
El delegado de la asociación recordó que el pasado 10 de noviembre, el Juzgado de Instrucción número diez de Palma dictó una sentencia condenatoria, pionera en España, contra una madre que incumplía el régimen de visitas y no entregaba el hijo al padre. La mujer tuvo que pagar 600 euros por la aplicación de un nuevo artículo del Código Penal, que entró en vigor en octubre, y que condena el incumplimiento del régimen de visitas.