El Departamento de Justicia de la Generalitat catalana ha redactado un anteproyecto de Código de Familia que permitirá al juez otorgar la guardia y custodia compartida tras la ruptura matrimonial, a petición de un cónyuge y sin informe favorable del ministerio fiscal, a diferencia de lo que prevé la legislación española. Es un articulado muy detallista que, según sus promotores, pretende implicar más a los padres en la educación y relación con los hijos.